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Los sueños se hacen realidad

Mi nombre es Maria Augusta Mateus, soy Project Manager con más de 15 años de experiencia, y además de ello, soy madre de 3 increíbles niños. Actualmente, me encuentro trabajando en un lugar seguro, en donde puedo ser las dos cosas, madre de familia y profesional. Aquí quiero compartirles como ha sido el camino hasta llegar a donde estoy ahora.

Cuando tuve a mi primera hija me encontraba trabajando en una empresa ecuatoriana que estaba en pleno crecimiento y había asumido un cargo de supervisión, que significaba para mí un gran reto, tanto profesional como personal. Esto me hizo priorizar en ese momento el aspecto que todas las personas ansiamos, el éxito y crecimiento laboral.  

 

Mi primer embarazo transcurrió rápido y sin complicaciones, lo que me permitió trabajar de la mejor manera. Luego de dar a luz a mi hija y cumplir el permiso de maternidad, rápidamente volví a trabajar, quedando menos tiempo para verla crecer. 

 

En esa época tuve la maravillosa ayuda de mi madre, quien se dedicó de lleno a cuidar a mi hija, mientras mi esposo y yo trabajábamos, reconozco que ello fue una gran ayuda que muchas personas no pueden tener. El poco tiempo que podía pasar con mi hija eran las noches y fines de semana.

 

Después de algunos años, con mucha dedicación, llegó la madurez profesional que tanto anhelaba y, mirando hacia atrás, me di cuenta que aquellos momentos únicos de la infancia de mi hija los había perdido. Sentí nostalgia, ella ya tenía 5 años y el tiempo había volado, ahora nuestra pequeña quería un hermanito o hermanita que acompañe sus juegos. 

 

Luego de un tiempo, ese sueño se hizo realidad: tener a nuestra segunda hija, Sin embargo, esta vez yo me encontraba más consciente de disfrutar cada momento que podía con ella, a diferencia de la experiencia con mi primera hija. Extendí al máximo mi permiso por maternidad, sumando todas las vacaciones que podía, y cuando volví luego de 4 meses al trabajo, aunque había extrañado a mis compañeros y compañeras y toda la agitación de la oficina, me sentía incompleta.

 

Sabía que esto no iba bien con mi yo de ese momento, tenía que hacer un cambio que me vuelva a hacer sentir plena. Pocos meses después de lidiar con los horarios de lactancia y el trabajo que se había multiplicado, decidí renunciar, frenar mi éxito profesional por un tiempo y dedicarme a mi nuevo sueño, la crianza de mis 2 hijas. 

 

Fui muy cuestionada en varias ocasiones por muchas personas del trabajo, incluida mi propia familia, pero sólo yo sabía lo que estaba haciendo y que aquello tenía un propósito más allá del éxito profesional, y era vivir la maternidad a manos llenas.   

 

Este tiempo de pausa se alargó y llegó mi tercer hijo. Ahora me veía al otro lado de la orilla, abrumada con la maternidad y el cuidado de la casa pero vacía en mi crecimiento profesional. Había procurado en medio de pañales, risas y travesuras continuar en contacto con la tecnología, pero no era suficiente, necesitaba volver a trabajar. Esta vez quería hacerlo de una manera diferente, buscando el equilibrio en mi vida entre lo laboral y lo familiar. 

 

Empecé la búsqueda en varias empresas, dentro y fuera del país, que me permitiera balancear con una fórmula que parecía mágica, pero no llegaba ese trabajo que llenara mis expectativas. Hasta que un día vi un anuncio en Lila Working Moms, que es una bolsa de trabajo en Ecuador flexible exclusiva para mamás profesionales. Allí encontré a Thoughtworks Ecuador, quienes estaban buscando el puesto de Project Manager a medio tiempo. 

 

El concepto perfecto de lo que había buscado, poder ser una exitosa profesional y a la vez tener tiempo de calidad con mi familia, un balance de lo mejor de ambos mundos. Por esto, no dudé en aplicar a esta vacante, veía cada vez más cercano este sueño de trabajar mientras veo crecer a mis hijos.

 

En la actualidad, puedo decir que aquel reto de aportar en una organización, ser parte de un equipo de trabajo, desarrollar tus competencias técnicas y de liderazgo, y al mismo tiempo maternar, acoger, escuchar a tus hijos es posible y eso me llena de satisfacción y deseos de compartirlo con el mundo. Invito a todas las personas, y en especial a las madres, que sigan persiguiendo  sus sueños y sepan que aquí en nuestro país existen empresas como Thoughtworks Ecuador que te permiten desarrollarte de manera integral. 

Aviso legal: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son las del autor/a o autores y no reflejan necesariamente las posiciones de Thoughtworks.

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