Una pregunta que recibimos con frecuencia es ¿Cómo podemos mejorar la forma en que compartimos información entre nuestros equipos?. Las técnicas para gestionar el conocimiento organizacional siguen evolucionando y una perspectiva que hemos encontrado valiosa proviene del pensamiento sistémico: los conceptos de flujos de conocimiento y reservas de conocimiento. Originalmente provenientes de la economía, este enfoque invita a los equipos a ver su conocimiento organizacional como un sistema, donde las reservas representan el conocimiento acumulado y los flujos representan cómo ese conocimiento se mueve y evoluciona dentro de la organización. Aumentar el flujo de conocimiento externo hacia una organización tiende a impulsar la innovación. Una forma comprobada de mejorar este flujo es establecer comunidades de práctica, que de manera consistente muestran beneficios medibles. Otra es buscar deliberadamente fuentes de conocimiento diversas y externas. A medida que las herramientas de GenAI hacen que las reservas de conocimiento existentes sean más accesibles, vale la pena recordar que fomentar ideas frescas y perspectivas externas es tan importante como adoptar nuevas tecnologías.