Los productos respaldados por compañías o comunidades están en constante evolución, al menos aquellos que ganan tracción en la industria. De vez en cuando las organizaciones tienden a construir marcos de trabajo o abstracciones encima de productos externos existentes para cubrir necesidades muy específicas, pensando que sus adaptaciones traerán más beneficios que los productos por sí solos. Vemos a organizaciones intentando crear productos hechos en casa para infraestructura como código sobre tecnologías ya establecidas. Estas organizaciones subestiman el esfuerzo necesario para seguir evolucionando dichas soluciones al ritmo de sus necesidades, y tras un breve periodo de tiempo, se dan cuenta de que la versión original está en mucho mejor condición que la suya propia; incluso hay casos donde la abstracción encima del producto externo limita las funcionalidades originales. Aunque hemos visto casos de éxito de organizaciones construyendo soluciones hechas en casa, queremos advertir en contra de esta estrategia, ya que el esfuerzo que se requiere no es despreciable, y es necesario tener una visión de producto a largo plazo para conseguir las metas deseadas.